La Palabra de Dios nos profesa, que “no puedes tomar el nombre del Señor tu Dios en vano” (Éxodo 20:7), también nos habla de honrar a tu padre y madre (Efesios 6:2-3), de honrar y obedecer a los pastores, y a los hombres y mujeres santificados a Dios (Hebreos 13:17 – 1 Timoteo 5:17-19), de respetar y obedecer a las autoridades (Romanos 13:1-7), como también de respetar a las personas mayores (1 Pedro 5:5).
Honrar y respetar son valores necesarios en todos los ámbitos de la sociedad.
¡Hazlo, veras la diferencia en tu vida y en la de los demás!
Oremos para regresar los valores de Dios en cada hogar.
"El señor es misericordioso y compasivo, lento para enojarse y lleno de amor inagotable. (Salmos 145:8)"
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