Aunque no lo creas, cada segundo de vida común es una travesía. Cada aliento es una hoja que das vuelta. Cada día es una milla registrada. Estás más cerca de tu amor de lo que piensas y Dios va a regalarte que envejezcas junto a tu gran amigo del alma, para charlar durante larguísimas horas junto a una chimenea, para reírte hasta que te duela el estómago, mientras implorarás que siga lloviendo durante toda la noche. Porque pensándolo bien, nunca es demasiado tarde. Solo es cuestión de esperar por aquello que amas de verdad.
"Un amigo ama en todo momento, y un hermano nace para la adversidad-Proverbios 17:17"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario