¡Perdóname señor cuando me lastimo. Lo tengo todo, y, el mundo es mío!
No le digas a dios cuán grande es tu dificultad… dile a tu problema ¡cuán magnánimo es tu dios!
Si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sumérgelo en el olvido; de lo contrario envíaselo a alguien que quiera saber cuán grande es Dios.
"Porque así dice el Señor, el Santo de Israel. Al regresar y descansar serán salvos. En la tranquilidad y en la confianza estará su fortaleza-Isaias 30:15"
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