La gente que dirige sus deseos hacia Dios está motivada a buscar las cosas que Él permite imaginarles y la forma en las que pueden alcanzarlas. Los deseos que vienen de parte de Dios nos suministran mucha más motivación que cualquier necesidad que tengamos.
"He puesto al Señor siempre delante de mí: porque está a mi diestra, no seré conmovido-Salmos 16: 8"
No hay comentarios.:
Publicar un comentario