Cubriendo tus lesiones con varias capas de amor, recuerda que cuanto más cubierta esté tu herida, menos dolor vas a sentir. Y por el contrario, si no la cubres de amor, esa herida va a permanecer abierta y te dolerá más y más cada día, se va a infectar con el resentimiento, la amargura y peor aún, nunca va a sanar.
"No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos" Gálatas 6:9
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