¿Estás preocupado ante la contingencia de cometer errores, de causarle una decepción a tu jefe, o fallarle a tu familia? Graba en tu interior estas palabras:
No dará tu pie al resbaladero, ni se dormitará el que te guarda.
He aquí, no se arrullará, no dormirá el que guarda a Israel.
Salmos 121:3-4
"Sabed que el Señor es Dios: es el que nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos. Nosotros somos su pueblo y las ovejas de su prado-Salmos 100: 3"
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