viernes, 9 de febrero de 2018

La presencia de Dios

Hoy en día, Jesús está presente en cada contingencia, en cada instante y acontecimiento de nuestra vida para ayudarnos. Él no lo llamó para que fuera un derrotado. Él lo llamó para que pudiera alcanzar lo inalcanzable en el nombre del Señor Jesucristo. El Señor no nos llamó a su Reino para que seamos uno más del montón. Él nos llamó para que hagamos la diferencia, para la honra y la gloria de su santo nombre. El Señor nos llamó para hacer algo nuevo, para restaurarnos y bendecirnos, a fin de dar a conocer el potencial que hay en nosotros.


"Me acosté y dormí. Me desperté. Porque el Señor me sustentó-Salmos 3:5"


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