Señor, Gracias por tus admirables y enormes sorpresas, esas sorpresas son promesas y en esas promesas yo siempre puedo estar confiado. Una promesa tuya es como un cheque girado a mi nombre por el Presidente de un banco. Tu eres el creador del universo y de mi vida.
"Él sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas-Salmos 147:3"
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