Amado padre celestial; vislumbro que mi herencia es el gozo y la alegría y no la tristeza y el dolor. Hoy me elevo y pongo bajo mis pies en el nombre de Jesús toda tristeza, angustia y dolor. Tú eres mi refugio, de la angustia me preservarás, con canticos de liberación me rodearas.
"Ahora, Jesús, mi Dios, me ha dado reposo por todas partes, por lo que no hay ni adversarios, ni mal-1 Reyes 5:4.:8"
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