Por un árbol en
medio del paraíso entra la muerte. Otro árbol la Cruz, símbolo hasta entonces
de muerte, se convierte en manantial de vida, en fuente de gracia, en el verdadero árbol de
la ciencia del bien y el mal, que sirve en adelante para distinguir lo que a Dios
nos acerca y lo que de Él nos separa.
El árbol de
la ciencia del bien y el mal, no es más que el poder de la humanidad de decidir
lo que es bueno y lo que es malo, sin embargo el hombre no tiene la capacidad
de verlo por sí mismo sino que necesita mirar
a Dios y a su ley.
“Mi señor Dios infunde en mi
humildad y Don de sabiduría, para poder elegir bajo tu gracia el árbol del bien
y alejar aquello que me aparta de ti. Te Amo y Te necesito”
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