Imita a la pequeña
hormiga. Para ser una hormiga de dios debemos escuchar la palabra de Dios,
esconderla y guardarla en lo más profundo de nuestro corazón. Debemos recoger mucho
alimento durante los días de alegría en nuestros veranos espirituales.
Debemos prepararnos
y trabajar día tras día para hacernos capaces de soportar los días difíciles de
la tentación durante los inviernos de nuestra alma.
“Dios es el delicioso alimento para los puros de Corazón, trabajemos
constantemente para que seamos una hormiga de Dios”.
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