He elegido el camino de la fidelidad, he escogido tus reflexiones.
Puedes irte —le dijo Jesús—; tu fe te ha sanado. Al instante recobró la vista y empezó a seguir a Jesús por el camino.
Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.
"Deja que tu fe sea más grande que tus miedos"
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