Pasar tiempo con El Señor, fructifican tantos beneficios que no podemos prescindir de ello. El puede ayudarnos a solventar nuestros problemas, responder a nuestros interrogantes, aliviar nuestras penas, consolarnos en nuestra desazón, proporcionarnos alegría, acercarnos al Cielo y muchísimo más.
¡La oración altera las circunstancias! Es uno de los medios de los que se vale Dios para satisfacer las necesidades y deseos de Sus hijos, siempre y cuando sea beneficioso para ellos y para los demás.
"Y cuando el Señor la vio, tuvo compasión de ella, y le dijo: no llores-Lucas 7:13"
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