Si tenemos a la Biblia como cimiento, no podemos ignorar que en la Iglesia, se practicaba la disciplina para aquellos miembros que pecaban o tenían un mal testimonio, una Iglesia que no practica la disciplina, no es una Iglesia Bíblica, debes salir de allí.
Jesús mismo nos enseñó que hacer con un hermano que peca: (Mateo 18:15-18) primero era amonestarle en privado, a solas, luego delante de dos o tres testigos, luego decirlo, comunicarlo a la Iglesia, y sino obedecía a la Iglesia se le debía considerar como “gentil y publicano” (mundano), la instancia final era la misma Iglesia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario