Siempre que el enemigo te quiera abordar, abrirá su embestida con temor. Por eso cuando sientas temor, dile a ese temor: “Temor no te creo, no te recibo, eres mentiroso, te rechazo, en el nombre de Jesús” La verdad es certeza, Dios es luz, es confianza, es la roca eterna sobre la cual estamos parados. ¡Créele a Dios no al temor!
"Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor. Ni te canses de su corrección-Proverbios 3:11"
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