Día a día se multiplica la cantidad de personas que no se dan cuenta del valor de su vida. Esta la ven y la tratan con indiferencia. La vida es un regalo de Dios y solo él la puede quitar y nosotros conservarla.
Señor ayúdanos a entender el verdadero valor de nuestras vidas y en el momento que más solos nos sintamos, tú nos ayudes a levantarnos y salir adelante con la misión que nos has encomendado.
"Los que en él confían recuperan fuerzas, y les crecen alas como de águilas. Correrán sin fatigarse y andarán sin cansarse Isaías 40, 31"
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